Siguiendo la idea de realizar remakes live-action de sus clásicos animados, Disney nos presenta la reimaginación de la historia del elefante volador conocido como Dumbo, una película que se queda corta a comparación de otras adaptaciones con esta fórmula.
Dumbo nos lleva al circo de los hermanos Medici, el cual está lleno de toda clase de atracciones para que la gente disfrute cada noche de un show diferente. En el circo nos encontramos a dos pequeños niños que acaban de perder a su madre y esperan ansiosamente el regreso de su padre, un famoso jinete que ha dejado la guerra atrás.
Lamentablemente Holt Farrier (Colin Farrell) perdió un brazo en combate y tendrá que ser delegado a cuidar a la elefante Jumbo, quien está esperando al pequeño y orejón Dumbo. El bebé elefante nace con un par de enormes orejas que le permiten volar por los aires, lo que sin duda traerá un gran beneficio al circo y a su dueño el señor Vandevere (Michael Keaton). El resto es historia… o, mejor dicho, una versión “extendida” del clásico animado.
La película atrapará al público infantil pero no complacerá del todo a los amantes del clásico elefante volador
Visualmente no es el mejor trabajo de Disney; algunos fondos desentonan por completo y muchos de los efectos especiales tampoco lucen muy bien. Situación que se compensa con el maravilloso trabajo alrededor de Dumbo. El diseño es perfecto para el pequeño cuerpo del elefante bebé, así como con unos ojos súper expresivos y un nivel de animación en el rostro y en sus movimientos como pocas veces hemos visto.
Fácilmente podemos notar cuando Dumbo está feliz, triste o asustado; así mismo el efecto de sus orejas es maravilloso, con un movimiento real que no desentona con el resto de los actores que interactúan con él. Lo que convierte al elefante en una atracción inolvidable para la trama y para los espectadores en el mundo real. Dumbo es el animal principal, pero no es el protagonista de la historia… o al menos no es el único.
La trama es simple con ciertos cambios que ayudan a que no sea una calca sin gracia de la original, pero a la vez estos cambios terminan quitando toda la magia del clásico; la película decide centrarse en los personajes humanos, sobre todo en los hijos de Holt, quienes son los encargados de ayudar a Dumbo a volar y a regresar con su madre; y el resto de animales de la versión animada simplemente quedaron fuera.
Los niños son personajes son bastantes simples y no logran empatizar con la audiencia de la forma en que la película pretende. La niña (Nico Parker) es por mucho la peor; el tiempo en pantalla en combinación con su actuación poco expresiva y su personalidad científica provocan que la magia alrededor de un elefante volador no tenga impacto alguno al llegar al público.
El resto de los personajes no logran desarrollarse lo suficiente como para que la cinta logre atraparnos, todos se quedan en un pequeño intento de dar fuerza a la trama. Danny DeVito, Eva Green y Michael Keaton cambian su personalidad en favor de la historia, como si la resolución tuviera que llegar más por arte de magia que por culpa de un guión bien estructurado.
Definitivamente Dumbo no es el mejor trabajo de Disney, incluso parece un retroceso a sus adaptaciones live-action anteriores. Las actuaciones dejan mucho que desear, visualmente es algo muy simple y solo podemos salvar el trabajo de animación alrededor de Dumbo.
La película atrapará al público infantil pero no complacerá del todo a los amantes del clásico elefante volador o a los seguidores de Tim Burton… quien no se hace notar en ningún aspecto de la producción.