Cuando Ernest Cline escribió Ready Player One, e incluso cuando vendió los derechos de la novela a Warner Bros. Pictures, es probable que nunca pasara por su mente que la persona encargada de llevar a la pantalla grande su opera prima seria Steven Spielberg. El director más importante en la historia del cine (lo dijimos, no hay vuelta atrás) es por mucho una de las personas que más inspiración pudieron haber dado al trabajo de Cline de manera directa, por casualidad o de cualquier otra forma.
Basta con regresar al pasado y revisar las producciones más importantes de la década de los 80’s en donde Spielberg es el director de E.T y la trilogía de Indiana Jones, además de fungir como productor de Back to the Future, The Goonies o Poltergeist. Cada una de ellas obras que marcaron la cultura pop de toda una generación y que se volvieron referentes en la industria del cine. Para la década de los 90’s el director mezclaba sus Oscar en The Schindler List y Saving Private Ryan con las animaciones de Animaniacs y Fenomenoide. Y claro, se unió al mundo de los videojuegos con la saga Medal of Honor.
Sabemos que esta información podrías encontrarla en la Wikipedia, pero es necesario señalar la importancia del director en prácticamente todos y cada uno de los medios audiovisuales que existen hoy en día. Lo que al conjugarlo con su talento detrás de cámaras nos deja -en la gran mayoría de los casos- ante una aventura que nunca antes habíamos visto; ya sea un parque con dinosaurios creados a partir de una muestra de sangre atrapada en ámbar o en los hechos reales que llevaron al Washington Post a publicar los secretos alrededor de la lucha de Estados Unidos en Vietnam.
Una historia de amor del Siglo XXI. La historia de amor en la que el nerd se enamora de la chica con la que juega videojuegos.
Así es como llegamos a Ready Player One. Una obra en la que el autor aparentemente no se quedó con ganas de incluir a ningún personaje existente de la cultura pop. Básicamente la historia de la novela nos lleva a recorrer el mundo de Oasis, un videojuego que se ha convertido en un estilo de vida y que incluso ha desplazado al dólar por su moneda virtual como mayor medio de ingreso. Ahí existen los mundos de cualquier cosa que imagines: Star Wars, DC Comics, Pac Man o Blade Runner. Y además puedes hacer todo lo que desees… de manera virtual, pero “realista” por medio de trajes apticos.
Cabe destacar que la novela ocurre en el año 2045, pero el plot de la trama tiene como principal atractivo la década de los 80’s, por lo que todo es un futuro-retro bastante extraño. Y sí, es una historia de amor al final del día. Una historia de amor del Siglo XXI. La historia de amor en la que el nerd se enamora de la chica con la que juega videojuegos.
En el cine ocurre prácticamente lo mismo: una historia de amor en la que el nerd se enamora de la chica con la que juega videojuegos… pero con menos licencias disponibles y en poco más de dos horas de efectos especiales increíbles, personajes entrañables y una ENORME cantidad de guiños, referencias, easter-eggs y personajes que no te dejan pestañear ni un solo segundo. Ojo. Es una adaptación de la novela, por lo que si vas esperando que todo lo que leíste se haya trasladado tal cual al cine será mejor que regreses a leer el libro.
Al igual que en la novela seguimos los pasos de Wade Watts (Tye Sheridan), mejor conocido como Parzival en Oasis. El año es el 2045, la ciudad es Columbus y los problemas son los mismos que en todo el mundo: pobreza y falta de oportunidades. Para buena o mala suerte, el creador de Oasis, James Halliday, muere dejando tras su partida un video con el desafío por el huevo de pascua. El desarrollador ocultó en Oasis un easter-egg, al que solo se podrá acceder luego de haber conseguido tres llaves y superado tres pruebas creadas por Halliday. El ganador del reto se convertiría en el heredero de Oasis, con todos los miles de millones de dólares que eso significa.
Asi comienza a l reto para los “gunters” quienes son los jugadores tradicionales de Oasis, así como IOI, la segunda compañía con más poder en el mundo. Durante años los habitantes de Oasis se dieron a la tarea de explorar las memorias de Halliday, así como de disfrutar y estudia toda la música, juegos, películas y series de televisión de las que el creativo fue fan a lo largo de su vida. Las respuestas se encontraban en alguna de esas memorias o videos. Y un día de la nada, Parzival se colocaba en el primer lugar de la tabla. ¿Cómo lo logró? Esa es la gran pregunta alrededor de Ready Player One.
Como te has de imaginar – o si ya leíste el libro- la historia nos lleva a través de los diversos retos para llegar al easter-egg de Halliday. Camino que recorremos en medio de mundos extraordinarios y rodeados de referencias a Alien, Overwatch, Injustice, Hello Kity o Halo. Prácticamente cada toma nos deja ver una estampa alusiva a un cómic o videojuego, la música de fondo nos recuerda Universal Stereo y las mecánicas de juego en la cinta nos sacan una lagrima por su contraparte real. No vamos a entrar en spoilers, pero es como un sueño ver a tantos personajes juntos al mismo tiempo que la trama les da una razón de ser en ese preciso momento.
Ahora. La parte de los videojuegos, referencias y efectos especiales las cumple con creces Steven Spielberg… pero si hay algunos detalles entorno a la trama y sus personajes que son, hasta cierto punto, inverosímiles. Por ejemplo, la pelea por el destino del mundo tiene lugar en todos los dispositivos electrónicos existentes y al salir a la calle todos siguen comprando sus verduras, pero en otra escena están peleando por las calles. Lo mismo sucede con personajes clave del libro que se vuelven cameos o secuencias que tardan algunos capítulos en ocurrir y en la cinta no tienen la más mínima importancia.
Ready Player One es divertida. No necesitas más para verla. Ojalá la disfrutes.
Lo sé, advertí sobre las diferencias entre libro y película, pero únicamente estoy señalando que hay considerables momentos que ocurren de manera más rápida y de forma menos significativa que en el libro. Aunque también debo regresar el foco a que se trata de un ADAPTACIÓN al final del día. Y es que para su labor como director Spielber lo hace perfecto; con ese impulso ochentero por hacer lo correcto, superar cualquier adversidad y sin querer dejar atrás a los personajes de la historia. Quizá no ganen un Oscar, pero si vamos a recordar a Parzival, Art3mis, Aech , Shoto y Daito por varios años.
Y sí hay un mensaje interesante detrás de toda la acción, las referencias y los guiños a películas clásicas. Un clásico mensaje para los jugadores, pero que según el mundo que encontramos en el libro o la película es de mucha importancia. No lo vamos a comentar aquí, pero será interesante ver la reacción de la audiencia ante tal momento.
Incluso por los efectos especiales, el villano -venido a menos de la adaptación del libro, pero rescatado por el talento de Ben Mendelsohn- y las miles de referencias nos sentiríamos lo suficientemente bien como para recomendar la película. Claro que debes entender algunas cosas antes: no es una película de videojuegos, sino que se desarrolla en un videojuego. El libro no quiere ser pretencioso con las referencias, solo están ahí por diversión o como conductores de una trama poco elaborada pero divertida. Y todo se trata de una historia de amor.
Ready Player One es el Spielberg clásico con el que ganó dos Oscar. Es el mundo virtual que todos deseamos jugar, con consecuencias reales por su importancia en nuestra vida cotidiana. Y es una carta de amor a todos los que amamos la cultura pop. Es divertida. No necesitas más para verla. Ojalá la disfrutes.