La fórmula de M. Night Shyamalan es, sin lugar dudas, su sello característico y la razón por la que no deja de ser uno de los directores más fáciles de ubicar en el séptimo arte. Sin embargo, Split, su más reciente producción, utiliza el recurso preferido del cineasta para desembocar en un proyecto que parecía nunca iba a suceder, y que llega en el momento justo de la industria cinematográfica.
Fragmentado, como se conoce en México, nos adentra a la tormentosa historia de Kevin (James McAvoy), un adulto que ha desarrollado, desde una etapa muy temprana de su infancia, distintas personalidades para sobreponerse a las terribles circunstancias de su día a día. La “habilidad” de Kevin ha sido estudiada por la Dra. Fletcher (Betty Buckley), quien descarta la etiqueta de enfermo en su paciente, para buscar que el mundo lo conozca como una especie de evolución humana, sin descuidar y controlar sus diferentes fases.
Al momento de iniciar la historia, Kevin tiene 23 personalidades distintas, y una más comienza a desarrollarse de manera radical, con una tonalidad mucho más oscura y salvaje que el de sus similares conocidas. La cinta logra combinar el terror psicológico causado por Kevin y compañía, con la temible fuerza que ejerce su nuevo yo, mismo que tiene como objetivo el sacrifico de tres jovencitas para completar su nacimiento. De lo psicológico a lo salvaje, de manera –un tanto forzada, pero efectiva.
Desde el concepto del personaje principal, y su peculiar característica, Split busca desarrollar una historia inteligente, con fuerza suficiente para no dejar que la intriga desaparezca o siquiera imaginar a dónde va la conclusión. Lo anterior, con la increíble actuación de James McCavoy, y el contexto de una de sus víctimas, que terminan por desarrollar una trama complicada y satisfactoria para el final de los eventos.
Como mencione al inicio, la fórmula de Shyamalan está presente en el desarrollo de la cinta, pero no se aparece de la nada para dar una solución o establecer un nuevo “giro de tuerca”. Entrar en detalles sería hablar de más, pero seguro será un factor determinante a la hora de recordar la cinta con el paso de los años… aunque no es necesario para terminar de manera perfecta el trabajo de esta ocasión.
La transformación de dicha fórmula es lo que nos tiene aquí, a la espera de un proyecto novedoso y que salga de la “zona de confort” que parece haber tomado el director tras sus primeros éxitos. Split es mucho más que lo mencionado; una gran sorpresa en la combinación de dos diferentes estilos de terror, con suspenso bien desarrollado y toda la explicación que requieres para no perderte y disfrutar al máximo cada secuencia, análisis y resultado de la trama.
Éste es el M. Night Shyamalan que necesitamos Sin duda lo disfrutarás más si conoces todo el contexto…