Caja, manuales, cartón, plástico, olor a nuevo, objetos desperdigados por el suelo, mientras sentimos intriga, sorpresa, ansiedad, emoción y felicidad, ah nada como el primer contacto con una nueva consola. Desde el nacimiento de estos juegos electrónicos las consolas que permiten su ejecución han sido siempre el corazón del asunto, el elemento base, el alma de la industria, su esencia. Esto fue así por muchos años, nada emocionaba más al público que la adquisición de una nueva máquina, con nuevas posibilidades, nuevos juegos y un nuevo futuro que prometía hasta la luna como lo hacen políticos y enamorados desbocados. Quizá el prolongado alargue de la última generación ha paleado este grandilocuente impacto, las consolas ahora duran mucho más y conviven con sus antecesoras por mucho más tiempo (sin embargo, allí está el furor que ha causado lo último de Sony y Microsoft).
El tiempo nunca pasa en vano, hoy en día una simple compañía o un simple juego puede generar mucha más expectativa que la consola donde se juega (coff coff GTA V), es el software y no el hardware el que poco a poco ha ido reclamando su merecido lugar privilegiado dentro de la industria (aunque todavía se sigue juzgando juegos por su portada, pero en fin algo es algo). Quizá una de los debates más encarnecidos a lo largo de la historia consolera recae en su comparación. Los hombres somos competidores por naturaleza (y el mundo en el que vivimos potencia esa faceta), todos queremos ganar, queremos ser los mejores o poseer lo mejor, la rivalidad entre compañías y el hecho de que el usuario principal generalmente no son más que pubertos inmaduros ha dado paso a ríos de tinta y saliva en inútiles dialécticas sobre cual consola es mejor que cual.
Pero vayamos por partes, ¿Que entendemos por generación? dentro del área tecnológica se define como: Conjunto de aparatos construidos en un mismo periodo de tiempo y que tienen características comunes. Una generación de consolas es entonces (en su sentido más estricto) el conjunto de aparatos videojuegiles que fueron lanzados dentro de un mismo intervalo de tiempo… ya, sin más condiciones. Sí las cosas están tan claras ¿dónde queda espacio al debate? me pregunto, ah porque el ser humano rara vez ejerce sus atributos racionales, somos más bien constantemente dominados por nuestras emociones, sentimientos y pasiones. Y ellos rara vez nos permiten hablar con coherencia.
Antaño se exigían mejores adaptaciones y fidelidad con sus versiones recreativas, pues las llamadas «maquinitas» dominaron los primeros pasos de la industria, de allí quizá que a lo largo de su evolución las consolas siempre han sido juzgadas por su capacidad técnica, siempre reclamando lo más alto que la tecnología pueda dar en su momento. Así fue hasta la sexta, cuando Nintendo luego de haber salido perdedora en dos generaciones consecutivas competiendo directamente en capacidad técnica, decidió dar una vuelta de tuerca y recolectar madera para avivar la llama del debate. Wii se alejó de la confrontación técnica directa y aposto por un uso diferente de la tecnología disponible, como buenos humanos adaptativos y reacio a los cambios aquello supuso el grito en el cielo a millones de usuarios (lamento que aún se escucha hoy en día).
El propio concepto de generación tecnológica y la acelerada naturaleza evolutiva de la misma exige la utilización de materiales de punta podrán argumentar algunos. No puedo estar más de acuerdo con ello, el problema recae en que se cree religiosamente que la tecnología de punta solo puede usarse para potenciar las especificaciones técnicas de las consolas, cual computador, es ese argumento el que no entiendo. Una consola no es un computador (indiferentemente de que compartan elementos, tienen objetivos distintos) la tecnología debe estar a la orden de la creatividad, los avances tecnológicos importantes surgen generalmente por el aporte de innovaciones a partir de los recursos proporcionados. El camino que Nintendo eligió es lógico tomando en cuenta su situación, necesario para su supervivencia y la de la industria, pero ello ha sido repudiado por muchos usuarios reacios a pensar.
Las cosas como son, al humano le atrae de sobremanera la belleza externa, por ello los gráficos dentro de los videojuegos son un elemento clave para muchos a la hora de degustar una experiencia lúdica (más o menos como la elección de pareja), llegando inclusive a definir las nuevas generaciones de consolas y eso no es necesariamente malo porque el acabado gráfico ha abierto muchos medios jugables, el problema es que se entienda esto como la única posibilidad evolutiva de cualquier consola. No amigos, existen tantas maneras de usar la tecnología como la imaginación lo permita, es por todo ello que Wii U es tan actual como PS4/Xbox One sin lugar a dudas la tecnología debe estar al servicio de la experiencia y no únicamente al servicio del ojo.